NACIONALES
Salud de familiares cuidadores de enfermos y adultos mayores también se afecta

· El cuidado de un adulto mayor o una persona enferma es una tarea que generalmente asume alguien de la familia, casi siempre una mujer. Pero cuando hay una gran dependencia, el cuidador se ve sometido a cansancio físico y emocional que termina por afectar también su salud.
· El envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad apuntan a que es imprescindible crear un mecanismo de apoyo para la población longeva y su familia, en especial, para quienes sacrifican su vida para cuidarlos.
Ser cuidador de alguien con una o muchas enfermedades no es una tarea fácil y desde hace algún tiempo se ha debatido sobre la atención y reconocimiento que merece la población que tiene a su cargo el cuidado de una persona enferma, en condición de discapacidad y especialmente los adultos mayores.
Recientemente un grupo de profesionales hizo un análisis sobre la sobrecarga de personas cuidadoras. El estudio realizado por la Academia Nacional de Medicina de Colombia con el apoyo de Coosalud EPS y titulado Análisis de la sobrecarga de cuidadores de personas longevas no institucionalizadas, estableció que aproximadamente uno de cada cinco cuidadores de estas personas presentó sobrecarga.
“La sobrecarga se define como la suma de los efectos adversos o consecuencias negativas derivadas del cuidado. Incluye tanto manifestaciones físicas como emocionales y se debe principalmente a la acumulación de factores estresantes y ausencia de estrategias adecuadas para afrontar el cuidado”, señaló el estudio publicado en la revista Medicina, de la academia.
El concepto de carga al cuidar un paciente es tomado del inglés ‘burden’, que se traduce como ‘estar quemado’ e indica agotamiento mental y ansiedad frente al cuidado. La sobrecarga se concibe como el grado en que el cuidador percibe cómo su labor influye en su salud, su vida social, personal y económica. También se define como “el conjunto de situaciones estresantes que resultan de cuidar a alguien”.
Los investigadores establecen que una persona con dependencia funcional y diversas morbilidades puede provocar sufrimiento y deterioro de la salud de los cuidadores. “Esto se ha estudiado principalmente para los cuidadores de personas con trastornos neurodegenerativos severos, demencias y enfermedades terminales como el cáncer”, afirma el Dr. Juan Manuel Anaya, director del Centro de Investigación e Innovación en Salud, de Coosalud.
El impacto negativo del cuidado se refleja en el desarrollo del Síndrome del cuidador. Este se caracteriza por síntomas de estrés, ansiedad, aislamiento social, deterioro de las relaciones interpersonales, signos de depresión y la aparición o recrudecimiento de enfermedades crónicas, tanto en cuidadores formales, como informales.
Ese estrés puede interferir con la calidad de la atención que brinda y con la propia salud y calidad del cuidador. Por eso, identificar el síndrome de sobrecarga garantiza un mejor cuidado y puede mejorar su calidad de vida.
Aspectos como el nivel económico del cuidador, el estado neuropsiquiátrico y la dependencia de la persona cuidada, el ambiente o cultura donde se desarrolla el cuidado, son algunos factores que pueden asociarse con la sobrecarga, así como el nivel educativo del cuidador, su edad y si hay o no otras personas que apoyen las largas jornadas.
El cuidado puede abarcar la asistencia en una o varias actividades de la vida diaria, como vestirse, comprar o transportarse. Pero también implica apoyo emocional o afectivo y, a medida que aumentan las necesidades del adulto mayor, también aumentan y cambian las responsabilidades del cuidador, lo que puede generar más tensión.
Cifras
El estudio poblacional en Colombia de 2015 arrojó que 83,9% de los cuidadores son mujeres y esto concuerda en la mayoría de las investigaciones, incluido el de la Academia Nacional de Medicina y Coosalud EPS.
“El estudio mostró que 87 por ciento de los cuidadores eran familiares, especialmente hijos (55,44%), que son asignados a esa tarea arbitrariamente, por conveniencia o voluntariamente, contratados o por coerción de los familiares. Un número importante de esos cuidadores son adultos mayores también, por lo que requieren educación formal y valorar el riesgo de sobrecarga por su estado de salud”, agrega el Dr. Anaya.
Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), realizada por el Dane (2020-2021), en Colombia un 76,5% de la población adulta mayor de 60 años o más se dedica al trabajo de cuidado de manera no remunerada. De estos, 3,3 millones son mujeres (63%) y 1,9 millones son hombres (37%).
De acuerdo con el Boletín de Género (2022) acerca de la población adulta mayor en la economía del cuidado, este es un trabajo fundamental que no se contempla como parte del Producto Interno Bruto – PIB. Se estima que en Colombia el valor económico del trabajo de cuidado no remunerado equivale a 19,6% del PIB (2021), es decir, si se pagara sería el sector más importante de la economía.
Además, según el Dane (2022), las mujeres, comparadas con los hombres, dedican el doble de su tiempo a estas labores.
A corte de 2023, según el Dane, en Colombia había 3’134.037 personas con dificultades para realizar actividades básicas diarias, 7,15% de la población del país. Entre tanto, la Encuesta Nacional de Vida – ENV de 2021 hablaba de 2,9 millones, de los cuales 54,9% eran mujeres y 45,1% hombres. Los tipos de discapacidad más frecuentes son: auditiva, física, intelectual, visual, sordoceguera, psicosocial y la discapacidad múltiple, señala la investigación.
Los datos revelan que, en Colombia, de 2’847.000 personas con al menos una discapacidad, 47.6% presenta dificultades severas y requiere cuidados permanentes, los cuales en un 75% de los casos asume alguna persona del hogar. Y en el Sistema de Registro de Localización y Caracterización de Personas con Discapacidad del Ministerio de Salud y Protección Social 2019 se registra que de cerca de un millón de personas con discapacidad, 45,3% requiere cuidados permanentes que en un 90% asume algún miembro del hogar.
Por eso muchas propuestas a partir de las investigaciones plantean la necesidad de favorecer la sostenibilidad económica, la empleabilidad para estas personas, sus familias y cuidadores, que requieren acciones específicas para su protección.
El síndrome del cuidador quemado: un viacrucis silencioso
Hernando, de 48 años, fue cuidador de su madre por más de 15 años. A los 60 años ella empezó a padecer Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica – EPOC, y lo que empezó con el uso de tres inhaladores diferentes y otros medicamentos, con los años pasó a atenciones en urgencias, hospitalizaciones y reducción a una silla de ruedas con oxígeno en casa.
“Su organismo empezó a decaer, tuvo que recibir un marcapasos, desarrolló Síndrome de Ramsay Hunt, tensión arterial alta, artritis, sufrió al menos un micro infarto cerebral, diverticulitis, flebitis y terminó por perder ambos riñones por un mal control médico”, cuenta Hernando.
La vida de Hernando cambió radicalmente y, junto a su esposa, se hizo cargo de su cuidado: citas médicas, terapias, urgencias, diálisis, medicamentos, aseo, mercado. Incluso, y a pesar de que en 2010 había sobrevivido a un cáncer gástrico, dejó de ir a controles. Pasaba las hospitalizaciones a su lado y a veces se iba a trabajar sin dormir bien, mientras hacía malabares para no ser despedido.
Empezó a experimentar dolores de espalda, mal humor, conflictos en su hogar, se desvelaba y cuando debía llevarla al servicio de urgencias o solicitar asistencia a domicilio era difícil lograr atención. Así hasta que su madre falleció a la edad de 81 años, en una de las tantas crisis.
Fuente: Agencia de Prensa Coosalud
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Casanare y Meta entre los departamentos donde se titularán tierras a firmantes de paz

En una jornada maratónica, programada para este miércoles 2 de abril, el Gobierno Nacional terminará el proceso de titulación de 215 predios a firmantes de paz en los departamentos del Huila, Meta, Casanare, Guaviare, Tolima y Sucre.
El proceso, adelantado por la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), está enmarcado en el Programa Especial de Acceso a Tierras, que impulsa la reincorporación y la construcción de paz en el país, beneficiando en este caso a 323 familias firmantes con más de 3.500 hectáreas.
El director de la ANT, Felipe Harman, agregó que el proceso cuenta con el acompañamiento de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
Las más de 3.500 hectáreas se suman al contador de predios entregados en el desarrollo de la Reforma Agraria, cuyo fin es garantizar el acceso a la tierra y transformar lo que fue el origen del conflicto en un instrumento de paz.
En la misma línea, la directora de ARN agregó: “Cuando llegamos al Gobierno, solamente se habían entregado 800 hectáreas y no se había adjudicado una sola hectárea a firmantes del Acuerdo de Paz, justamente debido a que no eran sujetos de la Reforma Agraria”.
Más de 2 mil hectáreas en 3 departamentos
En los departamentos de Casanare, Guaviare y Huila serán entregadas 2.021 hectáreas, es decir, más de la mitad de las 3 mil de la jornada.
En ese sentido, los reincorporados van a recibir los títulos de propiedad de los predios Villa Graciela, en Casanare; Agua Linda, en Guaviare, y El Vaticano, en Huila. La formalización en los tres departamentos beneficiará a 179 familias y al colectivo Federación de Unión Campesina para el Desarrollo Rural e Integral, facilitando el acceso a recursos y oportunidades económicas.
Durante la administración del presidente Petro, la ANT ha entregado 18 mil 815 hectáreas a población de excombatientes en el país, aportándoles a la implementación del punto uno del Acuerdo de Paz del 2016 y cumpliendos a las personas que siguen honrando su palabra en la construcción de paz y la democracia.
Además de reducir la vulnerabilidad jurídica de las y los firmantes, la titulación fortalecerá sus procesos de reincorporación mediante el acceso a tierras productivas, garantizando condiciones adecuadas para el desarrollo agrícola, el emprendimiento rural y la sostenibilidad de las comunidades.
Fuente: Información Presidencia de la República
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Entidades públicas deben reportar resultados de 2024 al Departamento de la Función Pública

Función Pública habilitó el Formulario Único de Reporte y Avance de Gestión (FURAG) desde el 17 de marzo, más de 6 mil entidades del orden nacional y territorial deben reportar la información de gestión del periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2024.
A través de este formulario se realiza anualmente la Medición del Desempeño Institucional, la cual evalúa a cada entidad con base en las 19 políticas del Modelo Integrado de Planeación y Gestión (MIPG).
La medición permite a las entidades públicas obtener un diagnóstico de las áreas en las que se está operando satisfactoriamente y en las que tiene aspectos por mejorar, en busca de prestar un mejor servicio a las ciudadanías del país.
Las fechas de cierre del formulario son distintas de acuerdo a cada departamento:
Cierre martes 22 de abril: Entidades del Distrito Capital, Cundinamarca y orden nacional.
Cierre miércoles 23 de abril: Entidades de Antioquia, Arauca, Bolívar, Caldas, Caquetá, Casanare, Chocó, Guaviare, Norte de Santander, Putumayo y Tolima
Cierre jueves 24 de abril: Entidades de Atlántico, Boyacá, Cauca, Córdoba, La Guajira, Meta, Nariño, Quindío, Sucre, Vaupés y Vichada
Cierre viernes 25 de abril: Entidades de Amazonas, Cesar, Guainía, Huila, Magdalena, Risaralda, San Andrés y Providencia, Santander, Valle del Cauca y Alcaldía Mayor de Bogotá
El Gobierno Nacional reiteró la importancia de este reporte, pues los resultados de esta medición son claves para fortalecer la gestión pública, identificar áreas de mejora y consolidar políticas efectivas en beneficio de las ciudadanías.
Fuente: Comunicaciones Función Pública
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“El Running como antídoto para la depresión” corredora aficionada comparte su historia

Correr no solo fortalece el cuerpo, sino también la mente, así lo demuestra un estudio publicado en el Journal of Affective Disorders, liderado por la investigadora Brenda Penninx, de la Universidad Vrije de Ámsterdam, que revela que correr en grupo, al menos dos o tres veces por semana, puede ser tan efectivo —o incluso más— que los medicamentos tradicionales en el tratamiento de la depresión.
Según la doctora Penninx, los participantes de este estudio que se inclinaron por la actividad física mostraron mayores mejoras en su estado de ánimo, y además obtuvieron beneficios adicionales a nivel físico, incluyendo pérdida de peso, mejor condición física, y reducción de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, mejoras que no se observaron en el grupo tratado con medicación. “Estos hallazgos sugieren que deberíamos prestar mucha más atención a la mejora del estilo de vida atención en a la salud mental”, enfatizó Penninx.
Y es que está comprobado que cada vez que una persona practica deportes de alta intensidad, el cuerpo libera endorfinas, sustancias químicas que actúan como neurotransmisores y generan sensaciones de felicidad, plenitud y euforia. Según la doctora Luisa Ignacia Ibáñez, especialista en Traumatología y Ortopedia de Top Doctors, las endorfinas son opioides endógenos que también funcionan como analgésicos naturales, ayudando a reducir la percepción del dolor, lo que explica por qué muchas personas encuentran en el correr una vía efectiva para mejorar su salud mental y emocional.
Testimonio vivo del poder del running
Esta evidencia científica se también refleja en la vida de Elena Vergara, quien se encontró luchando en el 2017 contra una depresión. Su historia es un testimonio vivo del poder transformador del running. “ Enfrenté una depresión profunda tras mi divorcio, y en 2018, un amigo me sugirió correr como una manera de salir de esa oscuridad. Al principio, dudaba mucho, pero acepté intentarlo ”, cuenta.
Elena recuerda con detalle cómo sus primeros pasos fueron difíciles, corriendo apenas tres kilómetros con unos tenis “converse” -no aptos para correr- que le causaron ampollas. Sin embargo, la sensación de haber logrado algo por sí misma la motivó a continuar. Un mes más tarde, se inscribió en su primera carrera organizada, CORREMITIERRA, sin saber que ese evento marcaría un antes y un después en su vida. “ Completé mis primeros 10K en 53 minutos y 53 segundos, y al cruzar la meta, sentí que volvía a estar viva ”, afirmó.
Coincidiendo con los resultados del estudio de Penninx, Elena reconoce que el running no solo ha sido crucial para superar la depresión que tenía, sino que ha transformado su salud física y emocional. “El correr regula mis emociones, reduce el estrés y la ansiedad, y evita que recaiga en la depresión. Físicamente, me siento más fuerte, con más energía, y mi autoestima ha mejorado notablemente”, explica.
De hecho, de acuerdo a una encuesta reciente realizada por CORREMITIERRA a casi 9.000 corredores de todo el país, entre los beneficios que buscan los corredores, el 34,42% corre para mejorar su estado de ánimo, mientras que el 18,52% lo hace como principal herramienta para reducir el estrés y la ansiedad. Además, un 10,64% busca incrementar su autoestima a través de este deporte.
Desde aquella primera experiencia, Elena ha participado en ocho ediciones de CORREMITIERRA y ha creado un grupo de running en la clínica donde trabaja, llevando a colegas a correr juntos.
Incluso en 2019, tras la pérdida de un amigo de la infancia, corrió una media maratón el mismo día del funeral, como un homenaje: “Corrí los 21k pensando en él. Al llegar a la meta, levanté las manos al cielo. Sin saberlo, los organizadores captaron ese momento, lo cual guardó como un recuerdo muy especial” .
Hoy, Elena no solo ha superado la depresión, sino que sueña con un futuro lleno de kilómetros y nuevos desafíos. “Me imagino corriendo a los 60, 70, 80, y si es posible, a los 90 años. Me veo viajando por el mundo, conociend o lugares nuevos y corriendo en cada uno de ellos. Así quiero vivir hasta mi último suspiro”, concluye.
Los resultados de estos estudios, junto con testimonios como el de Elena, son un llamado a considerar el running como parte del estilo de vida de las personas destacando sus múltiples beneficios tanto para la salud física como mental.
Fuente: Comunicaciones CORREMITIERRA