CASANARE
El soldado cafetero que hizo patria en Casanare durante dos décadas
Fueron casi 20 años de historias vividas, anécdotas, tristezas, alegrías, desesperación, esperanza, sacrificio, pero, ante todo vocación de servicio y compromiso con Colombia, donde sus prioridades pasaron a un segundo plano y los asuntos de su país y su Ejército, ocuparon el primer renglón de su agenda diaria.
Nació en el eje cafetero, en la Tebaida (Quindío) a finales de la década del 70, pero se crio en Ibagué (Tolima), donde estudió su bachillerato y afianzó su amor por su Deportes Tolima del alma.
Luego ingresó al Ejército Nacional a prestar su servicio militar obligatorio y posteriormente ingresó como soldado profesional, él es Alexander Bonilla Palma, o como le dicen sus compañeros y amigos “El Gato”, sobrenombre que le colocaron por el color azul de sus ojos y el volumen de sus cachetes, a pesar de su contextura delgada.
Su primera unidad de asignación fue el Batallón de Infantería n.°44 Ramón Nonato Pérez, de manera que llegó a Casanare recuerda, el 03 de agosto del 2001, época en la que el departamento atravesaba una de las crisis más difíciles en temas de orden público, pues había para ese entonces, por lo menos tres frentes de las Farc, dos del Eln y grupos de las llamadas Autodefensas que se disputaban entre sí el territorio, dejando en medio de la confrontación a la población civil.
Fueron más de 12 años patrullando el sur de Casanare y Nororiente de Boyacá, en pleno apogeo de la política de seguridad democrática, donde la fuerza pública tuvo que retomar el orden y el control de varios municipios que estaban bajo el temor y el chantaje de los grupos al margen de la ley, que hacían lo que querían y permanecían campantes en los pueblos, extorsionando, secuestrando e imponiendo su ley criminal.
Recuerda que fueron momentos duros, donde perdió compañeros y estuvo a punto de ser uno de los miles que hacen parte de la historia, pero que no sobreviven para contarla, pues de los 148 compañeros que llegaron con él en el 2001, a la fecha solo quedaban dos en el Batallón, él y su curso Arevalo, a quien nunca olvida que lo salvó de un güio llanero que le quería hacer cacería en la vereda Brisas de Mare Mare de Orocué; el resto de sus compañeros tomaron rumbos distintos, unos perecieron en los cruentos combates, otros fueron trasladados con el tiempo y otros se retiraron.
Bonilla relata que desde que estaba en el área patrullando, siempre su aspiración fue aprender cosas nuevas para poder enfrentar nuevos roles dentro de la institución, por eso se compró un computador portátil y en los tiempos libres practicaba cosas de sistemas y diseño gráfico que es una de sus pasiones, hasta que luego de 12 años de patrullar, le dieron la oportunidad de cambiar la maraña por una oficina con aire acondicionado.
Lo asignaron a trabajar en la oficina de acción integral, y ya lejos de la selva y más cerca de la tecnología, siguió practicando y perfeccionando poco a poco a través de tutoriales en internet, el diseño gráfico, hasta llegar al punto de diseñar los volantes de diferentes actividades y principalmente, para incentivar a los integrantes de los grupos armados ilegales a desmovilizarse, ya no estaba en la primera línea del combate disparando un fusil, pero sí disparando ideas y creatividad en una batalla psicológica, para liberar a muchas personas que fueron reclutadas de alguna manera, para integrar las filas del terrorismo.
Allí completó el tiempo que le hacía falta y este año fue llamado para integrar el programa de preparación de retiro asistido, por lo tanto, con un poco de nostalgia, abandonó a su querido Casanare al que le entregó parte de su juventud, y regresó a su Ibagué amado, donde alternará el tiempo entre la academia, la familia y por su puesto el estadio Manuel Murillo Toro, cada vez que juegue su vinotinto y oro del alma. Su deseo es seguir estudiando.
“Me da tristeza irme, pero de Casanare me llevo gratos recuerdos, sus hermosos paisajes, la amabilidad de su gente, la tranquilidad, la belleza de sus mujeres y un hijo de seis años; tengo que volver si Dios lo permite y quiero hacerlo con mi familia, mostrarles a ellos por donde anduve y algunos lugares donde tuve que luchar por mi vida, en enfrentamientos con la guerrilla o autodefensas, y tal vez más adelante pueda venir a radicarme en esta tierra”, expresó el soldado profesional.
Ya para finalizar, Bonilla Palma mostró su satisfacción por el deber cumplido y envió un mensaje a los casanareños, “Me siento satisfecho de haber aportado mi grano de arena para la tranquilidad de este departamento, a pesar que no soy de aquí, pero siempre di lo mejor de mí y quisiera decirles a los casanareños, que nunca vayan a permitir que regrese la violencia de antes, que trabajen de la mano con su Ejército y su fuerza pública en general, para que no se vaya a perder el esfuerzo y sacrificio que hemos hecho miles de soldados para tener a Casanare como está hoy, para mi uno delos más tranquilos”, concluyó.
Fuente: Prensa Décima Sexta Brigada
CASANARE
Terreno donde inicialmente se iba a construir el Terminal de Yopal si tenía problemas jurídicos
El Tribunal Administrativo de Casanare resolvió en segunda instancia una acción popular relacionada con la adquisición del predio destinado inicialmente a la construcción del nuevo Terminal de Transportes de Yopal, ubicado en la carrera 5° que conduce hacia Morichal, proceso en el que se analizó la actuación del Municipio de Yopal y de la Sociedad de Economía Mixta Terminal de Transportes de Yopal S.A.S.
La demanda fue interpuesta por el ciudadano Oromairo Avella, y alegó la vulneración de los derechos colectivos a la moralidad administrativa y a la defensa del patrimonio público, derivada de los negocios jurídicos relacionados con el terreno que se iba a utilizar, el cual según antecedentes judiciales, presentaba anotaciones de “falsa tradición” y restricciones previamente advertidas por la jurisdicción contenciosa administrativa.
No se adelantaron estudios de títulos
En la sentencia, el Tribunal confirmó que las entidades demandadas incurrieron en actuaciones contrarias a los principios que rigen la función administrativa, al aceptar como aporte a una sociedad de economía mixta un predio sobre el cual existían reparos judiciales y órdenes expresas de protección, sin adelantar un estudio de títulos riguroso ni atender decisiones judiciales anteriores. Esta conducta fue considerada lesiva del derecho colectivo a la moralidad administrativa.
No obstante, la Corporación precisó que durante el trámite del proceso se configuró la figura jurídica de la carencia actual de objeto, debido a que el inmueble cuestionado fue retirado del patrimonio de la sociedad, lo que implicó la desaparición de la situación que originó la controversia.
En consecuencia, el Tribunal mantuvo la declaratoria de vulneración del derecho colectivo a la moralidad administrativa, pero se abstuvo de impartir órdenes adicionales, al considerar superada la situación. Sin embargo, dispuso la remisión de copias a la Fiscalía General de la Nación y a la Procuraduría General de la Nación para que, en el marco de sus competencias, adelanten las investigaciones que estimen pertinentes respecto de los hechos analizados.
CASANARE
Capturan a dos personas en Yopal por presunta explotación sexual y trata de personas
CASANARE
Yopal consolida la atención materno infantil en el Hospital Central y el CAPS Juan Luis Londoño
Mientras la atención en salud materno infantil representa un reto a nivel nacional, Yopal ha logrado consolidar resultados concretos. Esto se evidencia con la renovación y obtención de nuevas certificaciones bajo la estrategia Instituciones Amigas de la Mujer y la Infancia Integral (IAMII), lideradas por la Secretaría de Salud de Casanare en articulación con la ESE Salud Yopal.
Tras una exhaustiva evaluación externa, realizada según los lineamientos de Unicef, la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud y Protección Social, el Hospital Central de Yopal alcanzó un cumplimiento superior al 80% de los criterios exigidos.
Este resultado permitió la renovación de su certificación IAMII por un periodo de tres años, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2028. La institución ha demostrado mejoras sostenidas en sus procesos de atención y nutrición materna e infantil.
También el Juan Luis Londoño
Asimismo, la sede CAPS Juan Luis Londoño obtuvo por primera vez la certificación oficial como Institución Amiga de la Mujer y la Infancia Integral. Este logro, producto de un proceso técnico y riguroso, contó con el acompañamiento de Unicef y se ajusta a los estándares nacionales para garantizar una atención integral, oportuna y humanizada.
El reconocimiento para la sede CAPS Juan Luis Londoño quedó formalizado mediante la Resolución 2352 del 03 de diciembre de 2025. La institución superó el 80% de cumplimiento en cada uno de los diez pasos exigidos por la estrategia IAMII, lo que la posiciona con una de las más altas distinciones en el país para la protección de la salud materno infantil.


