CASANARE
Yopal, la ciudad en marcha que cumple 81 años de existencia

POR: HERNAN FAJARDO BECERRA
MIEMBRO DE LA ACADEMIA CASANAREÑA DE HISTORIA
Los yopaleños no siempre guardan memoria de la magnitud de los cambios que con el paso del tiempo ha experimentado el municipio. Por su puesto la velocidad del cambio no da tregua para detenerse cuando la realidad termina imponiéndose frente a la impalpable presencia del pasado.
Significa que Yopal, como pueblo, lleva trecho de cuatro a cinco décadas acomodándose en la modernidad, proceso que se puede entender, al revisar y estudiar las más importantes transformaciones socio-espaciales, políticas y culturales, así como las circunstancias que la provocaron.
Para la década de los setenta la ciudad era como un refugio, todos nos conocíamos, todos sabíamos la historia y el linaje de los prójimos. El inmigrante aparecía como un ser excepcional levemente extraviado; por el imperio de la llamada ley del progreso, hábitos y costumbres de la ciudad han cambiado tanto como su aspecto físico.
Sin duda alguna, los fenómenos sociales más importantes en la historia de finales del siglo XX e inicios del presente siglo en nuestra ciudad, han sido el intenso proceso de urbanización y la velocidad del crecimiento de la población, las causas y los efectos de tan vertiginosas modificaciones se deben estudiar a la luz de las transformaciones sociales y económicas y de los cambios que la industria del petróleo y la modernización han introducido en la región. También, hoy, la ciudad capital continúa siendo explorada aún más, redefinida- en parte como resultado de su creciente primacía socio-espacial, pero también como consecuencia de la dramática transformación del espacio y la vida urbana ocurrida durante los años del descubrimiento, exploración y explotación del “oro negro”, el petróleo.
Una reflexión sobre Yopal debe considerar como referentes principales, su constitución como un hecho histórico, y su desarrollo, como hábitat social y político. Una exploración orientada a identificar el sentido y la magnitud del cambio de nuestra capital tan moderna, se encuentra en una guía firme en los elementos que conforman la ciudad como unidad básica del mundo contemporáneo y que al tiempo la transforman: su identidad su “memoria” y sus “acuerdos” políticos, sociales y económicos que históricamente la han modelado.
También, al considerar a la ciudad un espacio cultural, se le está reconociendo como lugar de coincidencia de múltiples y diversas identidades que se expresan en un caleidoscopio de imágenes físicas pasadas, presentes y futuras. Es, por todo, un lugar de encuentro plural del hombre que habita con su obra, que es la que finalmente le otorga sus condiciones y su carácter.
Apelar a la memoria de la ciudad es acudir no sólo a la presencia del pasado en lo que tiene que ver con la constitución de aquellas identidades, sino también a la conciencia de lo colectivo en la búsqueda y construcción de un espacio habitable y culturalmente significativo.
La construcción de la ciudad se debe entender como la construcción dinámica de tejido social a través de los diferentes agentes que actúan y superponen en la ciudad, siendo estos la expresión y el reflejo de las dinámicas sociales, políticas, económicas, ideológicas y culturales que en ella se desenvuelven. La ciudad así considerada es entonces un escenario vivo cambiante, pero también dramático en cuanto a las tensiones generadas por sus actores-gestores: el estado, la comunidad y lo privado.
Entonces a partir de la aparición del “oro negro” se aceleró el proceso de migración hacia la ciudad y creó
una situación incontrolable en la ciudad. Los barrios de invasión se fomentaron alrededor de la cuidad
conformando conjuntos de viviendas precarias y sin servicios públicos.
El proceso constante de migración acabó por convertir la ciudad en un conjunto de zonas urbanas poco
comunicadas entre sí o con escasos contactos.
Las instituciones oficiales iniciaron también la producción de conjuntos de vivienda para la clase “menos
favorecida”, en la periferia en los que surgieron barrios como: 20 de Julio, Confaboy, el Triunfo,
Confacasanare, Luis María Jiménez, Covisedca, etc.,
Después del descubrimiento del “oro negro”, se dio una fuerte ofensiva migratoria, el trabajador del llano
abandona el hato y se viene a la capital, Yopal se convierte para el resto del país como un lugar referente
de trabajo, las compañías petroleras ofrecen puestos de trabajo, el famoso contrato “de 28 días” una
verdadera oferta de trabajo. Como consecuencia de esto se empezaron a consolidar esos grupos sociales
imprecisos, ajenos a las estructuras tradicionales, que recibieron el nombre de malleros. Su presencia
cambio las formas de vida, la fisonomía de del hábitat y las formas de pensar. Esta transformación del
ambiente urbano acompañado de la carencia de normas, pese a algunos intentos por superarla,
caracterizaría a la ciudad de ahí en adelante. Las migraciones del campo a la ciudad, la explosión
demográfica y la industrialización de la exploración y explotación del petróleo en la región produjo el
denominado despegue urbano.
La urgencia de la planificación: Desde finales del siglo XX y principios del XXI, fue notoria la preocupación
por la planificación urbana. La situación desorganizada de la ciudad y a la necesidad de orientar su
crecimiento obligo a poner en marcha los planes de ordenamiento territorial.
La construcción sin planeación y la más alta deficiencia de los servicios públicos se hizo incontrolable. Era
el resultado del impacto urbano de la fuerza migratoria que ya no se detendría aún al finalizar la
explotación petrolera.
Su capacidad de recibir pobladores que se desplazaban hacia Yopal, que provenían de los diferentes
rincones del país. La migración se constituyó en su más grave problema, que se reflejó en la necesidad
cada vez más creciente de reorganizar la ciudad y albergar en ella enormes cantidades de habitantes
desplazados por los factores de violencia y atraídos por las expectativas laborales del proceso petrolero.
En Yopal se crearon dos tipos de asentamientos donde tuvo lugar la construcción popular: los barrios de
invasión y las urbanizaciones piratas
Un sistema social así de provinciano, tenía que saltar en pedazos golpeado por el proceso económico.
Cuando aparecieron por el aire los primeros edificios de varios pisos (el hotel Reyes patria, la caja popular
cooperativa (…), empezó a derrumbarse el antiguo poblado. La presencia de esos primeros edificios
atestiguaba el fin de una época, la quiebra de una tradición, el finiquito otorgado a un método de vida
lento pero parsimonioso y, además, moldeado por el orden moral, hasta entonces de un patrón
tradicional.
En Yopal, como en toda ciudad, coexisten acciones físicas correspondientes a diferentes momentos históricos construidos por diversos agentes o actores sociales. Es esta también una perspectiva de la manera como se hace posible que determinada ideología social o política se traduzca en conceptos y proyectos de cuidad.
Los barrios son sin duda el elemento básico de la formación de la ciudad actual, y también el origen principal de los grandes problemas que ahora confronta Yopal, los barrios aparecieron sin obedecer cánones urbanos, como núcleos desarticulados, porque las urbanizadores no tenían otro objetivo que la satisfacción de su propio interés económico, con lo que causaron los más serios inconvenientes sociales y económicos. Si el municipio hubiera contado desde entonces con una pauta para su desarrollo futuro, habría evitado su crecimiento desordenado, habría ahorrado los tropiezos que hoy contempla.
De hecho, cuando las necesidades de una ciudad cambian por el desmesurado crecimiento de la población, es comprensible que se altere en forma simultánea su organización económica, política y social.
De otra parte, una compleja trama de factores como necesidades de vivienda por incesantes flujos de migratorios, dificultades en el empleo y los ingresos, elevados costos de la tierra disponible y de la vivienda edificada, debilitamiento de la actuación pública, carencia de una planeación adecuada, entre otras, explicaran la profundización, persistencia e importancia de la llamada ciudad informal, que caracterizó a los finales del siglo XX. Factores que también provocaron un progresivo deterioro y desorden de la ciudad, el encarecimiento de los servicios urbanos básicos y, en consecuencia, el desmejoramiento general de la calidad de vida y el aumento considerable de los niveles de pobreza, en que se encuentra un gran conglomerado de la cuidad.
LA OTRA CARA DE LA CUMPLEAÑERA
“La Cuidad Capital Mundial del llanero”, “es el corazón palpitante y alegre de Casanare”, la puerta de entrada para conocer el inmenso llano casanareño, que tiene las puertas abiertas a todos los que la quieran visitar, y puedan degustar esta hermosa tierra con su paisaje ideal para el turismo de aventura, safaris y excursiones, la tierra del parrando y donde se saborea la famosa “mamona”.
Sus festividades: el Torneo Internacional de Contrapunteo y Voz Recia: “Cimarrón de Oro”, sus Ferias y Fiestas, su Feria Agro Industrial, el Torneo de Coleo Copa América y muy reciente las festividades de “Casanare Palpita”.
Sus museos: Museo Centro Histórico del Oriente, el Museo 8 de Julio, parque temático Historia de Piedra.
Sus parques: Santander, la Estancia, el Resurgimiento, el Pasaje Ramón Nonato Pérez, en ellos se desarrollan grandes actividades culturales.
El deporte: los coliseos: Mauricio Naranjo, 20 de julio, centros de grandes torneos de baloncesto y fútbol de salón.
El estadio Santiago de las Atalayas, campeonatos de fútbol, como el reciente del futbol profesional de la Liga Femenina de Colombia.
¡LA CARA AMABLE DE ESTA CUMPLEAÑERA! ¡FELIZ CUMPLEÑOS YOPAL!
CASANARE
Después de 19 años, el cuerpo de Elder Aponte Tumay regresa con su familia en Pore

El cuerpo de Elder Aponte Tumay descansa ahora en el Cementerio Municipal de Pore. Tenía 28 años cuando desapareció, era amante del llano, que fue refugio y musa de los poemas que escribía. Diecinueve años después su madre, hermana, el resto de la familia y amigos lo recibieron en una ceremonia íntima y emotiva para rendirle un homenaje entre sus canciones favoritas y recuerdos para darle una sepultura digna. Lo evocaron por su nobleza, el amor hacía los suyos y las ganas de aprender cosas nuevas, estudiar y salir adelante.
Esta entrega digna se llevó a cabo en el marco del plan regional de búsqueda del norte de Casanare. En este acto, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), la Fiscalía General de la Nación y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, acompañaron a la familia Aponte Tumay en el cierre de un ciclo que se prolongó durante casi dos décadas. Allí, en nombre del Estado, las instituciones pidieron perdón y reconocieron que ninguna persona debió ser desaparecida ni sometida a una espera tan larga para conocer la suerte y paradero de un ser querido.
19 años buscando
Tras la desaparición de Elder, la familia emprendió un camino de búsqueda que no conoció pausas. La voz más insistente fue la de su tía Astrid, quien acudió a distintas instituciones para exigir respuestas. Durante ese trayecto se encontraron con versiones contradictorias sobre lo ocurrido, algunas de ellas con relatos alejados de los hechos. Otras, incluso se atrevían a justificar su desaparición. Cada una de estas acciones con daño ampliaron la herida y aumentaron el dolor de la ausencia. Esto también generó señalamientos, estigmatización y revictimización.
El 17 de julio de 2006, en la vereda El Tablón de Támara, al norte de Casanare, Elder perdió la vida en hechos ocurridos en el contexto del conflicto armado. Su cuerpo fue despojado de sus documentos e inhumado sin que se conociera su identidad. Años después las huellas dactilares tomadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, fueron cotejadas con la información de la Registraduría, permitiendo establecer las coincidencias entre el cuerpo previamente analizado y los registros existentes.
La confirmación final llegó tras el análisis genético realizado a su madre y hermana. Los resultados no dejaron dudas: las coincidencias establecieron que las estructuras óseas correspondían a Elder Aponte Tumay, cerrando un largo recorrido de incertidumbre con una certeza dolorosa pero necesaria para su familia.
Un ciclo cerrado
Luego de informar a la familia sobre la identificación, se organizó la entrega digna en el municipio de Pore. Con cartas y camisetas estampadas con el rostro de Elder, trajeron al presente su recuerdo. “Era un hijo muy cariñoso, alegre, le gustaba la música y el fútbol, me dolió mucho perderlo porque era una persona muy especial. Han pasado 19 años y hasta hoy le podemos dar cristiana sepultura, hoy llegamos a este momento de poder culminar esa búsqueda” dijo Yamile Tumay, su madre.
En el Cementerio Municipal de Pore, diecinueve globos blancos se elevaron hacia el cielo representando cada año de ausencia, mientras la comunidad lo despedía con música llanera: sonidos de arpa, cuatro, maracas y las voces de su tío, su cuñado y su primo.
Nunca perdieron la esperanza
Wilson Chavarro, Coordinador Territorial de la UBPD en Casanare, destacó la constancia de la familia: “Nunca perdieron la esperanza y persistieron en su reclamación por aclarar la situación de la que fue víctima su ser querido”. Añadió que la Unidad de Búsqueda acompañó la entrega digna del cuerpo de Elder conforme a las costumbres religiosas y tradiciones de la familia, y reafirmó el compromiso de la entidad: “Seguiremos trabajando para dar respuesta a las más de dos mil familias casanareñas que aún esperan a su ser querido”.
Casanare registra un universo de 2.081 personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado, según datos de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, de los cuales 43 casos se registraron en Pore. La Unidad de Búsqueda cuenta con 25 sedes territoriales y 3 sedes satélite en el país, donde recibe solicitudes de búsqueda y aportes de información que permita encontrar personas que se encuentran desaparecidas y cuyas familias continúan buscando. En Casanare, la sede de Yopal está ubicada en la Calle 16 # 22 – 65, barrio Bello Horizonte y se puede contactar a través del 3162809395.
Fuente: El Diario del Llano
CASANARE
Tragedia en Yopal: motociclista murió tras ignorar semáforo en rojo y chocar en la calle 24

Un grave accidente de tránsito se registró este martes, sobre las 3:00 de la tarde, en la intersección de la calle 24 con carrera 19 de Yopal, dejando como saldo una persona muerta y otra lesionada. La víctima fatal fue identificada como Sabas Enrique Vélez, quien según el reporte de las autoridades de tránsito, omitió el semáforo en rojo e impactó de manera violenta contra otra motocicleta.
Vélez se movilizaba en una moto Yamaha Libero 125 de placas SNA55C, mientras que el otro involucrado conducía una moto Agility de placas KLG25B. Videos de las cámaras de seguridad del sector confirmaron que el ahora fallecido avanzó a gran velocidad pese a la señal de pare, lo que provocó la colisión.
Ambos conductores resultaron heridos, pero Vélez sufrió lesiones de mayor gravedad y fue trasladado a la Clínica Casanare, donde horas más tarde se confirmó su deceso. El otro motociclista permanece bajo observación médica.
Adicionalmente, durante el siniestro vial un perro de raza husky siberiano que viajaba como acompañante en una de las motos resultó lastimado y huyó del lugar por el susto. Vecinos y allegados lograron localizarlo horas después y confirmaron que se encuentra a salvo.
Fuente: El Diario del Llano
CASANARE
Cámara de Comercio y Policía Nacional alertan a comerciantes por llamadas extorsivas

La Cámara de Comercio de Casanare realizó una nueva jornada de Café Empresarial en Yopal, con el propósito de fortalecer la seguridad de comerciantes y emprendedores frente a modalidades delictivas que afectan al sector productivo. La capacitación se centró en la prevención de llamadas extorsivas y estafas telefónicas, un fenómeno que suele presentarse contra quienes recientemente formalizan sus empresas en el Registro Único Empresarial.
Durante el encuentro, el comandante de la Policía de Casanare, Coronel Pablo Galindo, entregó recomendaciones prácticas para evitar ser víctimas de estas intimidaciones, las cuales en muchos casos son realizadas desde centros carcelarios. Entre las sugerencias destacó el uso de identificadores de llamadas, la protección de datos personales, el manejo responsable de la información en redes sociales y la denuncia inmediata ante el Gaula o la Policía de cualquier intento de extorsión.
El espacio también permitió que los emprendedores compartieran sus experiencias, y varios manifestaron haber recibido llamadas sospechosas poco después de registrar su empresa. Estos testimonios sirvieron para reforzar la importancia de aplicar las medidas de prevención y mantener una comunicación directa con las autoridades.
La Cámara de Comercio de Casanare reiteró su compromiso de seguir generando este tipo de espacios de formación, orientados a brindar herramientas de seguridad y acompañamiento a los empresarios de la región, especialmente a quienes inician su actividad económica y se encuentran más expuestos a estas modalidades delictivas.
Fuente: El Diario del Llano