Una profunda ola de indignación y dolor recorre el departamento de Arauca tras confirmarse el hallazgo de una fosa común en zona selvática de Calamar, Guaviare, con los cuerpos de ocho personas oriundas de esta región, reportadas como desaparecidas desde abril.
El macabro hallazgo, ocurrido el 30 de junio, fue atribuido al Frente Primero Armado Ríos de las disidencias de las FARC, según confirmó la Fiscalía General de la Nación.
Entre las víctimas identificadas por Medicina Legal con apoyo de sus familias, se encuentran el líder religioso James Caicedo, pastor de la iglesia Cristiana Cuadrangular, y Nixon Peñaloza, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Pueblo Seco. Los otros fallecidos son Jesús y Carlos Valero, Marivel Silva, Isaías Gómez, Maryuri Hernández y Oscar Hernández.

Por orden de “Iván Mordisco”
De acuerdo con las autoridades, estas personas fueron citadas por el grupo armado entre el 4 y 7 de abril de 2025, acusadas de colaborar con una presunta célula del ELN. Tras ser interrogadas, habrían recibido la orden de ejecución directamente desde el círculo de alias “Iván Mordisco”. Posteriormente, fueron trasladadas a un predio abandonado donde se perpetró la masacre y se les enterró en una fosa común.
Las reacciones en Arauca no se han hecho esperar: líderes sociales, organizaciones de derechos humanos y ciudadanos han expresado su repudio ante este acto atroz, exigiendo justicia y mayor presencia estatal en las regiones más afectadas por el conflicto armado. El crimen ha reavivado el clamor por el cese de la violencia y el respeto a la vida de los líderes comunitarios.
Fuente: El Diario del Llano – HOLA Casanare